Coincidieron en que la seguridad alimentaria, la educación de calidad, el empleo genuino, el respeto y la cultura del trabajo son requisitos para superar años de decadencia económica y social.
Mons. Fernández acudió a la Casa de Gobierno provincial para hacer aportes en búsqueda de diálogo y posibles soluciones, junto a funcionarios y referentes de los gremios y las organizaciones sociales.
En su mensaje tras la asamblea de julio, los prelados lamentan que las consecuencias de la corrupción provoquen que Guatemala ocupe el último lugar en América Latina en cuanto a desarrollo humano.