"Que ojalá también nosotros podamos dejar la intolerancia de lado y abrir las puertas de nuestra mente para aceptar a los distintos", expresó el arzobispo de Buenos Aires.
El Calir pide a los legisladores que la Argentina no adhiera por ley porque puede convertirse en un instrumento para restringir "severamente" las libertades religiosa, de expresión y de educación.
El obispo de San Isidro lamentó que cueste aceptar un pensamiento y un sentimiento diferente, y advirtió que esto pasa también en la convivencia y se nota en la campaña electoral.