El paso del fenómeno por una amplia franja del este de los Estados Unidos ya causó la muerte de al menos 119 personas. Además, todavía hay cientos de desaparecidos y las comunicaciones están cortadas.
Dos personas fallecieron, otras seis se encuentran desaparecidas y unas 200 familias fueron severamente damnificadas debido al fenómeno natural, mientras que otros 110 hogares sufrieron daños.
El episcopado mexicano reconoce en su comunicado "el dolor y la angustia que embarga a miles de familias que han perdido sus hogares, bienes y medios de vida en estas zonas de desastre".
En un telegrama enviado al nuncio apostólico en Libia, el pontífice expresó su dolor por los miles de muertos y la destrucción masiva causada por el paso del huracán Daniel.