El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, presidió la Misa Crismal en la catedral metropolitana, donde invitó a los sacerdotes porteños a que, "fijando la mirada en el Crisma que todos vamos a bendecir, y haciendo memoria agradecida de la ordenación, vivan la alegría de ser sacerdotes de Jesús".
Al presidir la misa crismal, el obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi, alentó a los sacerdotes a reconocer "con humildad los pecados dentro de la Iglesia pero a no perder la fe en ella" y los invitó a "renovar la entrega fiel, la donación generosa y la disponibilidad al servicio de Dios".
El obispo de Río Gallegos, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, presidió la misa crismal en el santuario San Cayetano, donde instó a los sacerdotes a ser anunciadores de la Buena Noticia y a tener una mirada "límpida, transparente, sin prejuicios, que vea a la distancia, y así, sepa de los alejados, de los que no están".