El arzobispo de Buenos Aires visitó a la comunidad parroquial de San Francisco Solano y pidió que el santo "nos haga buenos con las debilidades de los demás y las fragilidades de otros".
La ermita del "San José milagroso y callejero" fue bendecida por el cardenal Mario Poli, y la imagen expuesta en el patio del monasterio de las Carmelitas Descalzas (Humberto I 1352, Buenos Aires).
El obispo de San Isidro invitó a pedir la gracia de la humildad y a hacerlo por intermedio de María, que fue quien "no vivió para construir ni armar ninguna imagen que no fuera la verdadera".
La celebración fue presidida por el obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, Mons. Adolfo Uriona, quien bendijo la escultura y expuso a la veneración las reliquias de primer grado del beato.