Durante la llamada telefónica al arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica, Francisco se interesó por la situación en la ciudad de Kiev y en toda Ucrania en general.
El pontífice repite en Twitter un pasaje de la encíclica Fratelli tutti: "Cada guerra deja nuestro mundo peor de lo que lo encontró".
La Hna. María Cristiana, misionera en Ucrania hace 23 años, confesó que "mentiría si dijese que no tenemos miedo", pero al mismo tiempo "intentamos poner todo en manos de Dios".
El padre Dionisio, de la eparquía ucrania, pidió acciones concretas de apoyo y ayuda para "remediar con el amor y la caridad cristiana lo que el afán de poder y el fanatismo han desencadenado.