El jueves 1º de noviembre la Iglesia católica celebra la fiesta de Todos los Santos, y al día siguiente, viernes 2, reza por los fieles difuntos, dos celebraciones muy populares y muy sentidas por el pueblo fiel, cuya tradición se remonta a los primeros tiempos del cristianismo, cuando se honraba el recuerdo y se ofrecían oraciones y sacrificios por las almas que partieron de este mundo.