Lo confirmó el arzobispo de Bamenda, Mons. Nkea Fuanya, afirmando que hay grupos que ven a la Iglesia como un "blanco fácil para hacer dinero".
Los obispos de la provincia eclesiástica de Bamenda, en el oeste del país, comunicaron la noticia y manifestaron "gran conmoción y horror absoluto" ante lo sucedido.