Los trece patriarcas y jefes de las Iglesias cristianas en Jerusalén emiten su Mensaje Pascual anual en el que reiteran su llamado a un alto el fuego inmediato y la liberación de todos los cautivos.
Tras la reciente masacre, sostuvieron que el fin de las hostilidades debe servir para garantizar la distribución segura de la ayuda y llegar a negociaciones para la liberación de los rehenes.
"La Navidad todavía inspira esperanza en medio de la guerra", afirman los líderes religiosos en su mensaje navideño.
Los Patriarcas y demás jefes de las Iglesias de Jerusalén piden, una y otra vez, respetar el 'statu quo' histórico y legal de los santuarios sagrados.