Francisco expresó su deseo de que los próximos Juegos Olímpicos y Paralímpicos brinden una oportunidad para establecer una tregua en las guerras y de que los atletas sean mensajeros de la paz.
Organizadas por la Acción Católica de esa diócesis norteña, tuvieron como escenario las instalaciones de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de la capital provincial.
La arquidiócesis de Tokio decidió adoptar medidas estrictas para que el evento deportivo no contribuya a la propagación de la nueva ola de Covid-19 que afecta al país.