La corporación que los nuclea hizo ese reclamo a raíz de las escenas ofensivas que se vieron en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París y ante el vacío legal al respecto en el país.
En un comunicado, se dirigieron "a los cristianos de todos los continentes que se han sentido heridos por el exceso y la provocación de determinadas escenas en la ceremonia inaugural".
La misa de apertura de la tregua olímpica se celebró en la iglesia parisina de La Madeleine, presidida por el arzobispo de Paris, monseñor Laurent Ulrich.
"Que los miles de millones de personas que verán los Juegos se unan a ustedes para pedir la paz. Asegurémonos de que nuestros hijos nos sobrevivan", escriben los galardonados.