Mons. Cargnello y otras autoridades políticas y religiosas participaron del acto, durante el cual se colocó una placa recordatoria en la Cruz del Congreso Eucarístico, ubicada en el Paseo Güemes.
Lo pidió el Papa Francisco en una carta a quienes participaron de las conmemoraciones en Buenos Aires por los cincuenta años del asesinato del padre Carlos Mugica.
En un documento a 50 años del asesinato, denuncian la "favelización" de los barrios populares por la ausencia del Estado, y expresan: "Nada ni nadie nos impedirá servir a Jesucristo y a su Iglesia".
El arzobispo de San Juan contó cómo el haber ido al velorio del sacerdote en la villa despertó su vocación, y graficó aquel momento: "Me conmovió el llanto y el dolor de los pobres de esa comunidad".