La Iglesia joven desborda por estos días las calles de Panamá con alegría, en la gran fiesta de la Juventud presidida por el papa Francisco, de la que participan más de 100 mil peregrinos de todo el mundo. Es el contexto ideal para que afloren momentos inolvidables, que quedarán marcados en la historia de sus protagonistas y de la Iglesia toda, con los ojos puestos en esta nueva edición de la JMJ.
El papa Francisco presidió esta tarde, la ceremonia de bienvenida y apertura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Unos 250.000 jóvenes, con algarabía música y danzas recibieron al Santo Padre en el Campo Santa María La Antigua, en la Cinta Costera, uno de los lugares emblemáticos de la ciudad de Panamá. El pontífice los animó a "no tener miedo" y les pidió que "vayan adelante con esa energía renovadora, alegres y disponibles para ser más testigos del Evangelio".
En continuidad con su agenda del día, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2019, el papa Francisco se reunió con los obispos centroamericanos, en la iglesia San Francisco de Asís de la Ciudad de Panamá. Recordó al recientemente canonizado San Oscar Romero, arzobispo de San Salvador, y les habló sobre la kénosis de Cristo, del jóven, del sacerdote y del pobre.
Ocurrió en la vía España, donde miles de peregrinos esperaban el paso del papamóvil que trasladaba a Francisco hacia la nunciatura apostólica, tras su llegada a Panamá para presidir la Jornada Mundial de la Juventud. La imagen muestra el gesto solidario de los acompañantes del joven Lucas Henríquez, que se privaron de ver al pontífice, para darle la oportunidad de hacerlo a su amigo con movilidad reducida.