La comunidad de monjas dominicas del monasterio Santa Catalina de Siena, de Córdoba, invita a dar gracias a Dios por ese regalo para toda la Iglesia que peregrina en la Argentina.
"No nos quedemos adorando cenizas o llorando por el retablo quemado. Dejémonos encender por el fuego del espíritu", pidió el arzobispo porteño, y destacó que la imagen de santa Inés se haya salvado.
Es un predio lindero con la iglesia y monasterio Santa Catalina de Siena. Piden a las autoridades porteñas evaluar los riesgos de daños a un lugar que "fue, es y será expresión cultural de la Ciudad".