"La presencia de María de Luján es un llamado a que tengamos la capacidad de desarrollar la blandura, la ternura, la recepción de los unos con los otros", dijo el arzobispo de Mercedes-Luján.
El obispo castrense presidió la Eucaristía en la fiesta de la Virgen de Luján y animó a "pedirle a María que podamos crecer en la amistad con Dios, cuidarnos como hermanos y querernos más".
Como preparación a las fiestas patronales del 8 de mayo, el rector de la basílica, padre Lucas García, propone disponer el corazón compartiendo juntos las actividades previstas en la víspera.