En la solemnidad de San José, el obispo diocesano bendijo a las personas que allí residen, compartió con ellas un almuerzo y las invitó a ser "obedientes a Dios", como lo fue el patriarca.
Una multitud de fieles acompañó la imagen desde la Capilla del Colegio Nuestra Señora de la Misericordia, donde el joven Bergoglio celebró su primera misa, hasta la Basílica de San José.
Se pasa al día siguiente, dado que la liturgia católica establece que el domingo solo cede su celebración frente a las solemnidades y fiestas del Señor durante Cuaresma, Pascua y Adviento.