"¿Cómo se avanza sin pisotear a los demás? ¿cómo se colabora sin imponerse a los demás?", fueron algunos de los interrogantes que el arzobispo de Buenos Aires formuló, al poner al santo como ejemplo.
La Vicaría Pastoral de Educación de la arquidiócesis de Buenos Aires elaboró, con el aporte de las comunidades, una oración con el fin de "encomendar su misión educativa a este gran santo".
El presidente del episcopado invitó a pedirle al "silencio" de San José la posibilidad de crear espacios de fraternidad para poder salir de la conciencia aislada" y también que cuide de la Iglesia.
El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano destacó que San José enseña "a ser una Iglesia en salida, itinerante, para cumplir mejor los designios de Dios" y llama a ser testigos de esperanza.