El Observador Permanente del Vaticano ante las Naciones Unidas pidió mayor cooperación internacional, al tiempo que reiteró la oposición de la Iglesia a la pena de muerte.
La institución laical expresa su preocupación por la desaparición del niño, y pide no permanecer indiferentes y estar atentos para detectar situaciones compatibles con sustracción, violencia o trata.