Ante el comienzo del juicio oral por el caso del Instituto Antonio Próvolo, en el que dos sacerdotes están acusados de abuso sexual a niños hipoacúsicos, el arzobispado de Mendoza reiteró su solidaridad y cercanía con quienes denunciaron haber sufrido "las más aberrantes vejaciones", y expresó su confianza en la acción de la justicia para "establecer las responsabilidades y las sanciones que correspondan".