El Papa habló por teléfono con la hermana Saleh y el padre Joseph Yusuf, de la parroquia de la Sagrada Familia, y les aseguró sus oraciones y su actitud de cercanía.
El patriarca latino de Jerusalén dijo estar dispuesto a cualquier cosa "si puede conducir a la libertad y llevar a esos niños a casa". Reconoció que la posibilidad de mediación es muy difícil.
La Unión Internacional de Superioras Generales adhirió a la jornada de ayuno y oración convocada por el Patriarcado de Jerusalén y prevista para el martes 17 de octubre. El Papa llamó a sumarse.
El Secretario de Estado del Vaticano se comunicó con el primer ministro palestino Shtayyeh y le expresó el dolor de la Santa Sede por lo que está sucediendo en Palestina, particularmente en Gaza.