El pontífice partió desde el aeropuerto internacional de Budapest rumbo a Roma. El pontífice invocó sobre la nación "las bendiciones de Dios Todopoderoso para la unidad, la fraternidad y la paz".
En el primer día de su viaje a Hungría, Francisco se reunió en la catedral de San Esteban con líderes de la iglesia local, a quienes pidió dar muestras de escucha, comunión y fidelidad a la oración.
Tras el rezo del Regina Coeli, el Papa recordó a los cinco nuevos beatos, habló de su inminente visita apostólica al país centroeuropeo y volvió a pedir por el pueblo ucraniano en guerra.