Tras el rezo del Ángelus, el Papa recordó los "enfrentamientos y masacres" en el este del país africano y señaló que entre las víctimas mortales hay cristianos asesinados que "son mártires".
A poco de dirigirse al Congo y Sudán del Sur, junto con el arzobispo de Canterbury y el moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, destacó el carácter ecuménico de la gira.