Al cumplirse el segundo aniversario del asesinato de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, la Iglesia católica en México no claudicará hasta volver habitable cada territorio del país.
El organismo eclesial latinoamericano expresó su consternación y profunda indignación por los crímenes. En tanto, los obispos mexicanos dicen "basta de violencia" y piden convocar al diálogo nacional.