"La archieparquía de Kiev está sangrando. Y como obispo de esta archieparquía, estoy de luto por mis hijos", dijo el arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica, al advertir sobre ataques a civiles.
Luego del rezo del Ángelus, el Santo Padre imploró el cese de los ataques en Ucrania y reclamó la apertura urgente de corredores humanitarios.
La Federación de Conferencias Episcopales de Asia le advirtió al mandatario ruso sobre esta"posibilidad aterradora" y le recordó que "el único camino para el futuro de la humanidad es la paz".
La jornada de oración será hoy, a las 19, en la basílica San José del barrio porteño de Flores. Participarán sacerdotes y seminaristas de la Iglesia greco-católico ucranianos.