El padre Daniel Echeverría, que vive hace 26 años en el Barrio 22 de Enero, lamentó que la fiscal no ha cumplido lo acordado y demandó "mesa de diálogo para evitar la represión judicial-policial".
Los curas villeros advierten que hubo quema de casillas y merenderos durante el desalojo de unas 300 familias en el Barrio 22 de Enero y reiteran su preocupación por "la grave situación habitacional".