La organización puso "todos los medios humanos y materiales" para ayudar a los evacuados que se encuentran todavía en los albergues habilitados para los desalojados por el fuego.
"La gente le tenía un gran cariño", lamentó monseñor Bernardo Álvarez en su mensaje de cercanía al pueblo en estos momentos dolorosos.
El prelado expresó su "cercanía y solidaridad con todos". De forma especial, por los enfermos, personas mayores y por quienes tienen problemas de movilidad.