El episcopado pidió una revisión cuidadosa que evalúe el impacto sobre la población rural, el deterioro medioambiental y el peligro para la salud pública y la seguridad nacional.
"Entendemos, con preocupación, que esta norma puede convertirse en una legitimación encubierta de un consumo problemático. El acceso a dichas sustancias será cada vez más fácil", advirtió.
La prudencia que exige la aplicación paliativa del canabidiol no condice con una "apertura irrestricta" del autocultivo y puede convertirse en la "legitimación encubierta" de otros tipos de consumo.
Los sacerdotes de la pastoral de las villas porteñas y bonaerenses coincidieron en objetar las iniciativas locales para el cultivo y autocultivo de cannabis, y que sean presentados como "solidario".