El arzobispo de La Plata envió su composición poética a la comunidad a fin de que sirva como material de reflexión para motivar la misión "persona a persona".
El arzobispo de La Plata escribió una carta y una oda a las secretarias parroquiales para destacar su tarea como "expresión de la acogida cordial de la Iglesia y como servicio evangelizador".