Inspiradas en san Benito y santa Teresita del Niño Jesús, la Comunidad de Pequeñas Hermanas Discípulas del Cordero de la localidad francesa de Le Blanc, tiene la particularidad de ser la primera congregación que cuenta, en su mayoría, con religiosas con Síndrome de Down. "Nuestra comunidad quiere, con el simple testimonio de nuestra vida consagrada a Dios, reafirmar el carácter sagrado de la vida y de la persona humana", expresan las religiosas.