El cardenal Jaime Ortega y Alamino, arzobispo emérito de La Habana, murió el 26 de julio a los 82 años en su residencia de la capital cubana, confirmó la Conferencia de Obispos de Cuba en su página web. El purpurado fue clave en el deshielo de las relaciones de su país con los Estados Unidos y fue el encargado de recibir a los tres papas que visitaron la isla: Juan Pablo II (1998), Benedicto XVI (2012) y Francisco (2015).