El presbítero Julio Argentino Ferreyra murió el lunes 3 de junio, a los 73 años, tras padecer una larga enfermedad. Sus restos fueron velados hoy en la parroquia Santa Teresa de Jesús, de la ciudad cordobesa de Calchín, donde se celebró la misa de exequias, y posteriormente fueron trasladados a la catedral de San Francisco de Asís para su inhumación, tal su deseo.