El Vaticano pidió en un comunicado que se adopten "soluciones eficaces para proteger la vida de Vincent Lambert", cuyo caso se ha transformado en una tragedia familiar que también divide y enfrenta a toda la clase política francesa con graves debates jurídicos y morales. En una breve nota, fechada el 22 de mayo, la Santa Sede recordó que "alimentar a un enfermo no constituye nunca una forma irracional de obstinación terapéutica", señaló el prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, cardenal Kevin Farrell, quien también recordó que la "asistencia es un deber ineludible".