"El odio entre quienes se confiesan cristianos es un escándalo incalificable. Una sociedad como la nuestra, mayoritariamente bautizada por la Iglesia Católica, alberga esa contradicción. Se dicen - unos y otros ? ?cristianos?, y sin embargo se muestran entreverados en altercados políticos e ideológicos situados en las antípodas del Evangelio de Jesús", lamentó el arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna.