El papa Francisco pidió este viernes luchar contra los abusos sexuales, de poder y conciencia al que son sometidas muchas monjas, pero también recordó que no son sirvientas del clero. "Nadie nos puede robar la pasión por la evangelización", pidió al recibir en audiencia a las participantes de la Asamblea de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG).