El arzobispo de París, monseñor Michel Aupetit, denunció que hay por lo menos tres ataques por día contra iglesias y lamentó que el presidente Macron, no tuvo una pequeña palabra de compasión por la comunidad católica tras el incendio en la catedral de París, "porque después de todo, son los católicos quienes hacen que la catedral de Notre Dame viva: ¡no es un museo!", manifestó.