El papa Francisco se dirigió a los voluntarios de la Asociación Italiana de Donantes de Órganos (AIDO), reunidos en el Vaticano, a los que llamó a "fortalecer una cultura de ayuda, don, esperanza y vida" y sostuvo que "ante las amenazas a la vida, de las que desgraciadamente tenemos que ser testigos casi a diario, como en el caso del aborto y la eutanasia, la sociedad necesita estos gestos concretos de solidaridad y amor generoso".