Los restos mortales del padre César Fernández, misionero salesiano asesinado por un grupo jihadista el pasado 15 de febrero en Burkina Faso, fueron despedidos en una misa de cuerpo presente en la parroquia Santa Catalina de Pozoblanco, España, de donde era oriundo el padre César. La Eucaristía fue presidida por el obispo de Córdoba (España), monseñor Demetrio Fernández, quien destacó en su homilía que "si durante su vida fue un gran apóstol, en su muerte está siendo aún más".