Al recibir en audiencia a miembros de la Academia Alfonsiana, el papa Francisco exhortó a unos 400 teólogo morales a que sus estudios se pongan en sintonía con una Iglesia "en salida" y con los desafíos cada vez más globales del mundo. Y les recordó que su deber es dejarse plasmar por la lógica de la misericordia y dudar en "ensuciarse las manos" con la concreción de los problemas.