El arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, afirmó que "el desprecio a las enseñanzas evangélicas, que la Iglesia debe padecer, cuando se dispone a presentar el Magisterio de su Señor, salta a la vista de manera inmediata", y lo atribuyó a "una callada - a veces explícita - confabulación entre algunos filósofos, políticos e informantes mediáticos de gran influencia en la opinión pública".