Gustavo Briones, jefe de obstetricia del hospital de Jujuy donde le hicieron la cesárea a la nena de 12 años que había sido violada, presentó su renuncia. Entre los motivos, destacó que el Gobierno jujeño desoyó el consejo médico de no practicarla a las 24 semanas de gestación, por lo que la beba no tuvo posibilidad de sobrevida.
Un médico pediatra y un abogado abordaron en un programa radial el caso de la cesárea prematura realizada a la niña de 12 años violada en Jujuy, que dio a luz a una beba llamada Esperanza, quien falleció a sus cinco días de vida. Ambos cuestionaron el procedimiento adoptado, al que consideraron "un camino presuntamente salomónico" con el que "no se contentó a nadie".