Al menos 74 muertos y unos 75 heridos dejó una explosión, este viernes 18 de enero, en una toma ilegal de combustible en un oleoducto, en el estado mexicano de Hidalgo. El obispo de tula, monseñor Juan Pedro Juárez Meléndez, expresó de inmediato su cercanía y pesar a las víctimas y pidió a los sacerdotes, religiosos y fieles de su diócesis acompañar a los heridos y a los que perdieron algún ser querido y pidió poner en las manos de "la morenita", la Virgen de Guadalupe, "las lágrimas, las angustias y toda clase de sufrimientos de los hermanos accidentados y de sus familias".