El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, se preguntó e invitó a preguntarse: "¿qué ceguera tengo?" y sugirió: "Hazte la pregunta pero también anímate a responder". Pero, antes que nada, invitó a reconocer que uno tiene una carencia, porque "si no reconoce no se modifica; si no asume su carencia, no cambia".