En la fiesta de San Ramón Nonato, el obispo de Orán presidió el solemne tedeum en la catedral y llamó a celebrar y cuidar el don de la vida como don de Dios.
El obispo de Orán invitó a hacer un lugar en nuestro corazón al Dios pequeño y humilde que viene, y resaltó la alegría que provoca de la presencia de Dios.
El obispo de Orán recordó que este acontecimiento significa "hacer memoria de aquellos hombres misioneros que vinieron a sembrar en estas tierras el anuncio de la Buena Noticia".
"Que la Cuaresma sea para nuestra Iglesia diocesana un tiempo de experimentar la cercanía de Jesús", anheló el obispo de Orán en su mensaje de Cuaresma.