El Papa encabezó el Ángelus dominical luego de recibir el alta médica y pidió anunciar la cercanía de Dios "sin decir muchas palabras, sino realizar muchos gestos de amor y de esperanza".
En las palabras previas al rezó de Ángelus, el Papa invitó a los cristianos a "no medir el amor en la balanza de los cálculos y de las conveniencias", sino amar como Dios de forma "extraordinaria".
Francisco recordó, luego de rezar la oración del Ángelus, a las poblaciones que están sufriendo a causa de la guerra, la pobreza y los desastres naturales.
La bendición y el comienzo de la exhibición del tradicional pesebre y del átbol navideño están previstas para el 3 de diciembre. Estarán expuestos en la Plaza de San Pedro hasta el 8 de enero.