El comedor pertenece a la comunidad de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús y había cerrado sus puertas por la pandemia del Covid-19.
El comedor de la capilla Nuestra Señora de Guadalupe y San Juan Diego, en Témperley, sufrió el incendio intencional en la madrugada del sábado. Allí ofrecían alimentos para más de 1.000 personas.