Fue en una actividad con mirada interreligiosa en la Universidad Nacional de Avellaneda, donde se coincidió en respetar y cuidar las vidas vulnerables y vulneradas de las infancias y adolescencias.
El vicario general de Buenos Aires considera que tiene que ser verdaderamente humano, con todas las garantías procesales y manteniendo en 16 años la edad de responsabilidad penal.