Los sacerdotes goyanos fueron guiados por el obispo emérito de Neuquén. Tuvo carácter semipresencial y se sumaron en forma virtual el obispo local, monseñor Adolfo Canecin y el emérito Ricardo Faifer.
Monseñor Virginio Bressanelli escribió una semblanza sobre Miguel Hesayne, en la que presenta la vida de su hermano episcopal "en su totalidad" y lo define como un padre obispo, "más que profeta".