Miércoles 25 de diciembre de 2024

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Segundo Encuentro de Pastoral Social

Palabras fnales de monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, en el Segundo Encuentro de Pastoral Social (7 de julio de 2020)

TEMA DEL DÍA: “Miremos al futuro con creatividad”


Agradezco a los oradores que participaron en esta Semana de Pastoral Social, es muy difícil hacer una síntesis pero hay algo que tengo en el pensamiento y en el corazón: esta realidad del coronavirus, esta pandemia, este tsunami que nos ha afectado a todos nosotros, como una vez dije “tocó a todos incluso hasta reyes y Papas”, es decir que no se salva nadie. Sabemos que las personas que tienen más vulnerabilidad son más proclives a este contagio, pero la enfermedad tocó en todas las capas sociales.

Creo que hoy más que nunca tenemos que tener la capacidad de escuchar, de aprender, aprender de nuevo  porque la sociedad, nuestra patria, el mundo entero, de alguna manera tiene que volver a replantearse las cosas. Y esto en un contexto de país, Argentina, refundar la nación; porque ha tocado, golpeado y derribado a todos los ámbitos, a todos los sectores: personales, familiares, sociales, laborales, empresarios, gente sin trabajo.

De alguna manera, creativamente tenemos que decirnos y preguntarnos ¿cómo salimos de esto, hacia dónde vamos, cómo queremos caminar? y es importante tener claro el fin para poder aplicar los medios; porque si no tenemos clara la finalidad los medios no se van aplicar pero los medios hay que aplicarlos. Somos responsables de ellos y hay gente que es más responsable que otros.

Se debe trabajar por el bien común; es inútil que nos peleemos por particularidades. Tenemos que trabajar y pensar a lo grande, tenemos que ver cómo se van resolviendo estas cosas que afectan a todos.

Pensar, escuchar, acciones. Acciones concretas: la familia; tenemos que repensar –yo no soy técnico, ni economista, ni médico, ni científico, pero ciertamente se está afectando a nuestra gente y tenemos que ver cómo nuestra gente puede airearse, ventilarse. Y los impactos que esto ha causado no es solamente en salud, no es solamente la familia, no es solamente el trabajo; también lo emocional; y aquí hay que darle lugar y espacio a lo espiritual.

Porque lo espiritual también forma parte de lo integral del ser humano; porque un ser humano no se explica a sí mismo si no se abre a la trascendencia y yo creo que tenemos que abrirnos a la trascendencia. Por eso hay que darle lugar y lugar en serio. ¿De qué manera tratamos, en los distintos ámbitos gubernamentales, el espacio que puede tener la Iglesia, las iglesias, y que inciden en nuestra gente? Hay que pensarlo.

Yo diría que debemos ser positivos, no ser negativos pero ser concretos; creo que hay que seguir pensando, hay que seguir buscando acciones, hay que poner medios y hay que seguir adelante.

La naturaleza nos fue enseñando. Los pájaros volvieron a nuestros árboles. Los animales volvieron a nuestras ciudades, porque muchas veces los seres humanos hemos tratado mal a la naturaleza. Esa ecología de la naturaleza tendrá también que mejorar la ecología humana. Tenemos que aprender a tratarnos entre nosotros mejor; como hijos, como hermanos, respetándonos; no tratarnos con ideología sino que cada perso0na vale por sí misma, porque es persona; no trampeándonos, no quitando dignidad; tratándonos en serio.

Creo que este aprendizaje algún sentido tiene, simplemente hay que seguir buscándolo. Que Dios los bendiga; muchas gracias por la paciencia, gracias a ustedes señores oradores. Les dejo mi bendición.

Mons. Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús