La alegría del caminar juntos
En el mensaje que dirigí, en la Catedral el 12 de marzo de 2017, en el inicio de mi servicio como obispo de Morón, me presenté ante ustedes como un amigo lo hace con su amigo, abriéndoles el corazón.
Hoy quisiera también hablarles al corazón y desde el corazón, compartir con ustedes la alegría del caminar juntos, la alegría de evangelizar, la alegría de Jesús, la alegría de asumir con entusiasmo la misión, la alegría de María que impulsada por el Espíritu Santo se pone en camino, sin vacilar. Esta es la alegría sinodal, la que brota de esta manera de ser Iglesia, que llamamos sinodalidad.
María nos abre el camino
María del Buen Viaje, Señora del camino, sos la peregrina misionera que nos abre la senda de la nueva evangelización, la senda del camino sinodal. María sos también, junto con Jesús, al que llevas en tu seno, la primera sinodal.
María impulsada por el Espíritu Santo, embarazada de Dios se pone en camino: “sale de sí al camino, María comienza así a recorrer los caminos de los pueblos, los caminos de todos los hombres y mujeres, especialmente de los pobres, los humildes, los que no cuentan, y lo hace con prontitud, sin vueltas. María siente el apremio del Espíritu, que la impulsa a caminar… María lleva en su seno al Hijo de Dios para entregarlo a todos… María no se queda, no se instala, María sale al encuentro, María se mueve, María visita, María se pone en camino para servir” (Homilía 7/10/2017: Festividad Ntra. Sra. del Buen Viaje)
Por su intercesión imploramos profundizar la capacidad de escucharnos, para emprender el camino de una Iglesia auténticamente sinodal, como portadores de la alegría del Evangelio.
Recogiendo experiencias
Quisiera recoger en este momento la experiencia vivida en los distintos encuentros sinodales, cuya característica ha sido por un lado la alegría, signo inequívoco de la presencia del Espíritu Santo: el sinodal por excelencia. Sin su presencia hubiera sido imposible la experiencia sinodal. Por otro lado, ha sido fuerte la vivencia de la fraternidad que se expresa también en la alegría y en lo bueno que es sentirnos hermanos (Salmo 133,1). Estamos llamados a construir fraternidad y generar así la cultura del encuentro.
Recoger agradeciendo
Recoger para agradecer, aquí también hablo desde el corazón, y les digo a todos gracias, especialmente a los sinodales, a todo el equipo de servicio, los equipos de reflexión. Gracias, muchas gracias!!!. A todas las personas e instituciones que colaboraron con entusiasmo para concretar esta experiencia, que se convertirá en un acontecimiento histórico, inolvidable en la vida diocesana.
Aprendiendo a caminar juntos
Han terminado los encuentros sinodales, pero en realidad, recién ahora, estamos aprendiendo a caminar juntos, sin abandonar la escucha que siempre deberá estar presente, ya que es como el núcleo de la sinodalidad. Por eso los invito para que en cada actividad que realicen se distingan claramente dos rasgos que la asamblea ha definido como prioritarios: ser una Iglesia en salida de puertas abiertas, presente en la vida de la gente y ser una Iglesia siempre atenta a la dimensión social de la fe y de la evangelización, siendo una Iglesia samaritana y misericordiosa, tienda de campaña, la posta de los caminantes, característica fundamental de nuestra Iglesia de Morón que nació en una humilde ermita.
Nuevas estructuras que concretan la sinodalidad
No olvidemos que anunciar la Buena Noticia es nuestra alegría y todas las estructuras y procedimientos pastorales son instrumentos para hacer realidad ese júbilo inagotable para anunciar el Evangelio. Crearemos nuevas estructuras y renovaremos las que ya existen para animar a todos los miembros del Pueblo de Dios a ser entusiastas comunicadores de la “alegría que nadie nos podrá quitar” (Jn. 16, 20)
Renovar estructuras implica recrear el Consejo de Pastoral diocesano, el Consejo Económico diocesano y la Junta Catequística. Propongo también que todos los movimientos e instituciones puedan tener un espacio que facilite la comunión, la participación y que impulse a la misión.
Evidentemente es necesario la renovación de las distintas pastorales diocesanas.
En el momento oportuno sustentados en la realidad del Bautismo desarrollaremos la ministerialidad en sus distintos aspectos, para ello creo necesario recrear la escuela de ministerios.
Además, animo a cada comunidad parroquial a crear y renovar las estructuras sinodales parroquiales; como son el Consejo Parroquial y el Consejo de Asuntos Económicos.
Los sueños compartidos y nueva metodología
En la fiesta del Corpus Christi, de este año, ofrecimos en la celebración eucarística, las conclusiones de los sinodales, que en representación de sus comunidades elaboraron en las sucesivas sesiones de la asamblea sinodal. Allí expresan sueños y propuestas que cada comunidad encontrará la forma de ordenar y priorizar, de acuerdo con las diversas realidades, que se transformarán en proyectos concretos. Esto supone una nueva metodología que nos ayuda a abrirnos desde una perspectiva más espiritual y orante a los contenidos de lo que el Espíritu está suscitando en cada uno de nosotros. El clima de diálogo es fundamental para que este método sea efectivo, pues, ayuda a avanzar en el discernimiento, a saber elegir, a saber tomar decisiones iluminados por el Espíritu Santo. Este método también es llamado conversación espiritual, basada en la escucha espiritual, y esta escucha tiene lugar en los momentos de oración personal y en los momentos de compartir, a dicho compartir llamamos conversación espiritual.
Invito a cada comunidad de nuestra diócesis a asumir esos sueños y propuestas con entusiasmo y generosidad. Desde ya les digo que, como obispo que ha convocado a este primer sínodo diocesano, asumo los sueños y los proyectos que surjan de los mismos, y los hago míos. (Corpus Christi 2023)
El sínodo como camino para construir la cultura del encuentro
Inspirado en el libro de los Hechos de los Apóstoles en el que leemos “al llegar el día de Pentecostés estaban todos reunidos en el mismo lugar” (Hechos 2, 1), convoco a cada comunidad de nuestra diócesis a que permanezcamos unidos en el corazón de esta Iglesia sinodal que abre sus puertas para construir “la cultura del encuentro, llegando a todos sin excluir a nadie y privilegiando a los más pobres”. Unidos en la oración y en la acción, bajo el manto protector de nuestra Señora del Buen Viaje, nuestra Iglesia de Morón vivirá un renovado Pentecostés al servicio de una nueva etapa de la evangelización, marcada por la alegría.
Esta nueva etapa implica asumir con pasión y empatía nuestro tiempo, haciendo nuestros los desafíos que nos plantea la cultura actual. No queremos aislarnos, sino que queremos abrirnos y caminar junto a todos los hombres y mujeres de esta tierra de Morón, compartiendo con ellos alegrías, esperanzas, dolores y frustraciones. Por eso le pedimos a la Virgen en nuestra oración por el sínodo diocesano: “Ayúdanos a responder a los desafíos de este tiempo, renovando métodos y estructuras; fortaleciendo la fraternidad y el entusiasmo”.
El Sínodo universal 2023-2024
Considero muy importante que nos sintamos unidos con la Iglesia universal, que en pocos días más comenzará a trabajar a nivel mundial el sínodo sobre la sinodalidad cuyas características son: la comunión, participación y misión. El Papa Francisco invita a toda la Iglesia a interrogarse sobre la sinodalidad, un tema decisivo para su vida y su misión porque “precisamente, el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio” (Papa Francisco).
Sabiduría y empuje. Ancianos y jóvenes
Queridos hermanos no nos olvidemos de los viejos, tantas veces dejados de lado como si fuera material de descarte. No se los escucha, no se les da importancia, pareciera que ya no pueden aportar nada. Por eso les pido a los jóvenes, como hace el Papa Francisco, tengan en cuenta y escuchen a los abuelos. Quisiera destacar algo muy importante, en la Capilla María Mediadora, como fruto del sínodo han armado un grupo de adultos mayores, algunos con dificultades para trasladarse, sin embargo, participan con muchas ganas lo he comprobado en una misa dominical que celebré en dicha capilla.
Por último, quiero animar muy especialmente a los jóvenes que son una gran riqueza de esta Iglesia de Morón, que asuman un protagonismo claro en este caminar del sínodo y les pido especialmente que se jueguen y que compartan la capacidad de creatividad que los caracteriza porque necesitamos respuestas nuevas para este tiempo nuevo.
Madre del Buen Viaje, misionera y peregrina. Señora de la Visitación, impulsa a nuestra Iglesia diocesana a salir al camino, llegando a todos para servir, para consolar, para animar, para escuchar, para amar.
Mons. Jorge Vázquez, obispo de Morón
Solemnidad de Nuestra Señora del Buen Viaje
Morón, 5 de octubre de 2023