Miércoles 25 de diciembre de 2024

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Sacerdotes de Jesucristo, para siempre

Editorial de monseñor José Vicente Conejero Gallego, obispo de Formosa, para el suplemento diocesano "Peregrinamos", órgano de difusión de la diócesis (Febrero de 2023)

Toda ordenación presbiteral es motivo de esperanza y alegría para la Iglesia, y para el mundo entero; en especial, para la Iglesia particular donde los nuevos sacerdotes ordenados ejercerán el ministerio. Dios mediante, en este mes de febrero, más concretamente, el próximo viernes 17, en la Parroquia de La Sagrada Familia de la Diócesis de Formosa, recibirán el Orden Sagrado del Presbiterado, los diáconos Gustavo E. Aponte y Maximiliano E. Sotelo.

La alegría es aún mayor, teniendo en cuenta la actual escasez de vocaciones sacerdotales para el trabajo y servicio en la Viña del Señor. Es Él, Jesús, quien nos exhorta a rogar al Dueño de los sembrados que envíe más trabajadores a su cosecha, ya que ésta es abundante y los obreros son pocos (Cf. Lc 10, 1ss.)

Elegidos del Señor. Nadie piense que es merecedor de este don tan grande: Sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec. Elegidos y llamados, de entre los bautizados del Pueblo de Dios, por pura gracia, sin méritos propios, son los sacerdotes. Jesús dijo a sus Apóstoles: No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero (Jn 15,16). Escuchar y meditar estas palabras harán más humildes a quienes, llamados y elegidos del Señor, ejercerán el ministerio de predicar la Palabra, santificar al Pueblo de Dios con los sacramentos, especialmente de la Reconciliación y de la Eucaristía, y de ser pastores y guías sencillos de la comunidad cristiana. De este modo, vencerán el tan resonado clericalismo autoritario, que hoy la Iglesia, en su dinamismo sinodal, está tratando de erradicar.

Desde hace algunos días se difunden por las redes sociales, usadas tan frecuentemente en estos tiempos, los lemas elegidos por estos hermanos, candidatos al Sacerdocio Ministerial, invitándonos a participar de esta Celebración. El lema de Gustavo dice así: Me hago todo para todos, ofreciendo mi pobreza, inspirándose en el Apóstol Pablo; y, Al verlo, se conmovió, se acercó, curó y vendó sus heridas, el de Maximiliano, recordándonos al Buen Samaritano.

Ambos lemas manifiestan sus buenas actitudes y disposiciones de humildad y servicio gratuito, de cercanía y de entrega generosa en favor de los demás, prolongando de esta manera la misma misión de Cristo en el mundo. Quiera Dios que así sea y perdure para siempre. Las comunidades cristianas se verán acompañadas, enriquecidas y santificadas; y ellos mismos, si perseveran fielmente en su servicio, alcanzarán la alegría y la plenitud de su vocación.

En este mes, también, iniciaremos, una vez más, el tiempo litúrgico de Cuaresma, con una fuerte y sincera llamada a la conversión de vida y a creeren Aquél que Dios Padre ha enviado al mundo para nuestra Salvación, Aquél a quién debemos escuchar su Palabra y hacer todo lo que Él nos dice, según nuestro lema Pastoral Diocesano de este Año 2023.

Después de un tiempo reparador de vacaciones y descanso, retomamos, con nueva fuerza, vigor y entusiasmo, que provienen del Espíritu Santo, nuestra tarea de discípulos- misioneros de JESÚS, a fin de que Él, cada día, sea más conocido, comprendido, seguido y amado; y, su santa Iglesia crezca, en número, en sinodalidad y santidad. Todo para la mayor gloria de Dios y felicidad de quienes somos y están llamados a ser la familia de los hijos de Dios. La madre de Jesús y madre nuestra, bajo la advocación de Nuestra Señora de Lourdes, Salud de los enfermos, Esperanza y Consuelo de los afligidos, nos cuide y proteja siempre.

Mons. José Vicente Conejero Gallego, obispo de Formosa